Tan frescas. Las nuevas mujeres mayores del siglo XXI

La posibilidad de una vejez presente, futura y fresca en el sentido de libre de ataduras, de estereotipos, de marginaciones, de roles pre-determinados. De eso nos habla el libro de Anna Freixas.

este libro nos habla sobre como dejar de pensar que una mujer adulta solo debe cumplir las funciones de ser madre, abuela, cuidadora como todos lo dicen. Por el contrario la mujer adulta debe sentirse feliz de envejecer, estar orgullosa de los años vividos y de las experiencias ganadas.

Trata de rescatar la vejez como un tiempo de vida sin caer en discursos mecánicos que apelan a engañosos sucedáneos como ‘la búsqueda de la eterna juventud’, el ‘antienvejecimiento’, ‘la medicina antiedad’. La mujer debe aprender a aceptar su edad y no debe esconderla cambiando su aspecto físico con tantos productos y nuevas tecnología para esconder su edad.

Otra vejez es posible porque cada vez más y más mujeres viejas reconocen y sin temores revelan su edad, porque aceptan el cambio, ya sea de apariencia. Porque saben lo valioso que son las experiencias ganadas. Y, no por eso dejan de valorar y disfrutar, de vivir con calidad, de ser capaces de autonomía, de goce, de intimidad, de ser ellas mismas.

En el libro de Anna Freixas también se habla de la vejes como la posibilidad de asumir la finitud de la vida.

 Anna Freixas trata de decirnos “mujeres  atrevámonos a ser mujeres viejas asumiéndolo, valorando el conocimiento y la consciencia de la vida como continuidad con cambios, como envejecimiento permanente, como posibilidad de vislumbrar cada día nuevos horizontes”.

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