Hablar de educación y envejecimiento
hubiera parecido un total despropósito hasta hace pocas
décadas porque siempre la educación estuvo dirigida a niños, jóvenes, adultos,
pero para prepararlos para la producción y el trabajo. Hoy, esa cada vez mayor
cantidad de mayores que, terminada su mal llamada " vida activa",
jubilados de sus trabajos, tienen frente a ellos una casi tercera parte de su
vida por vivir, necesitan, reclaman, buscan, espacios de aprendizaje y de
actividad para seguir insertos en la sociedad.
Se resisten a permanecer pasivos
observadores de la vida, es su
tiempo y quieren vivirlo. Acorde
a esto y bajo los auspicios y recomendaciones de los organismos mundiales de la
salud, surgieron movimientos culturales que tratan de incluirlos.
Entre ellos el de la Educación Permanente
para Adultos Mayores, que bajo el lema " se puede aprender durante toda la
vida", abre lugares y lucha contra uno de los prejuicios muy arraigados
todavía en el imaginario social y que condiciona a toda la sociedad y a los
mismos adultos mayores ; dando como verdadero y universal el concepto referido
a la pérdida de la posibilidad de aprender en el envejecimiento.
REFERENCIAS : www.psiconet.com/tiempo/educacion/
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